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EL CUM LAUDE DE LOS IBÉRICOS

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06/10/2017

10 consejos sobre cómo conservar los embutidos ibéricos en casa


Lo cierto es que en verano es más complicado, debido a las altas temperaturas. Pero llega el invierno y tampoco debemos relajarnos, hay que tener mucho cuidado, por ejemplo, con la humedad o el exceso de frío.

La calidad de sus carnes ibéricas y la propia curación de los embutidos ibéricos son en sí mismo técnicas naturales de conservación. No obstante, es necesario prestar mucha atención a los mejores trucos caseros de conservar jamones, chorizos, lomos y salchichones. La manera de conservar estás delicias ibéricas varía dependiendo de si el embutido está entero, empezado o loncheado.

¡Así que vamos a ello!

10 consejos caseros para conservar el embutido en casa

1. Si el embutido está sin abrir y tenemos varias piezas, hay que colgarlas separadas para que no se toquen. 

2. El lugar de almacenamiento o despensa debe ser lo más oscuro posible, sin luz solar directa, una zona seca y bien ventilada.

3. La temperatura ambiente debe mantenerse entre los 15 y los 20 grados centígrados e intentar que sea constante, sin cambios bruscos. 

4. Una vez que se empieza a consumir la pieza de embutido, debe seguir colgada con la parte empezada hacia abajo.

5. La zona de corte se puede untar ligeramente con aceite de oliva y taparla con plástico transparente o pape de aluminio, ajustando con una goma para evitar que le entre aire. También se puede cubrir la zona abierta con sal -que absorbe la humedad- y después tapar como hemos sugerido antes lo más herméticamente posible.

6. Conviene conservar la piel o tripa del producto y no retirarla hasta que llegue el momento de consumir nuestro rico embutido ibérico, ya que actúa como aislante y protector. Es el caso de las rodajas de chorizo, salchichón o lomo, pero tripa también se puede aprovechar para cubrir la zona de corte de una pieza ya abierta.

7. Para conservar los jamones cuando ya lo hayamos empezado a lonchear, es recomendablecolocar sobre la zona cortada un trozo de grasa, de la que hemos retirado al empezar el propio jamón, y lo mismo hacemos con la corteza, la cual colocaremos sobre la grasa. Esta doble capa evita que se seque y se oxide la zona expuesta al aire. También utilizaremos un trapo seco, preferiblemente de algodón, para cubrir el jamón lo más posible.

8. El embutido ibérico no se debe guardar en la nevera, salvo que la zona en la que se encuentre supere los 25 grados centígrados. En este último caso, procura sacarlos del frigorífico varias horas o incluso un día antes de consumirlo, para que no esté demasiado duro. Si ya se nos ha puesto duro, podemos cubrirlo con un trapo de algodón mojado y muy bien escurrido durante un ratito.

9. Cuando tenemos el embutido cortado en rodajas o loncheado, lo podemos guardar formando una torre y envuelto en papel film, de la forma más hermética posible. A la hora de consumirlo hay que ser previsor y sacarlo unas horas antes, dejarlo atemperar en el mismo plástico y, un poco antes de comerlo, emplatarlo para que sude.

10. Por último, una de las opciones más extendidas hoy en día, es comprar el embutido ibérico loncheado y envasado al vacío. Si este este es tu caso, se puede conservar perfectamente en un lugar fresco y seco. Una vez que abras el envase, lo mejor es acabárselo y disfrutarlo hasta el final. Pero si sobra alguna loncha, actúa como en el punto anterior: envuelta en film y a la nevera.

Siguiendo estas recomendaciones, podrás disfrutar más tiempo de tus embutidos. Aunque somos conscientes de que en la mayoría de las casa no da mucho tiempo a que se ponga malo, porque vuela en cuanto se pone sobre la mesa…

Una última sugerencia es que optes por consumir productos auténticos y de calidad certificada, como los que se identifican bajo la Marca de Garantía Ibéricos de Salamanca, que avala con su etiqueta el proceso de producción y elaboración de todos sus productos ibéricos.

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