Las meriendas ya no son lo que eran. La bollería industrial ha desplazado a los bocadillos de toda la vida, que tan sanos y nutritivos eran. Por eso, elegir el bocadillo de siempre para nuestras meriendas es apostar por la salud. Eso sí, un bocadillo preparado con los mejores productos: un buen pan, elaborado con mimo y esmero, y embutido ibérico.
Son muchos los estudios científicos que avalan los beneficios que aportan los ibéricos a nuestra dieta. Por ejemplo, las grasas que tanto nos preocupan no son unos problemas en los ibéricos. Son ricas en ácido oleico, por lo que resultan cardiosaludables. Además, en contra de lo que muchos puedan pensar, estas grasas son buenas para reducir el colesterol malo, LDL, y aumentar el colesterol bueno o HDL. Por otro lado, los ibéricos son unas fuentes de vitaminas tales como el magnesio, calcio, zinc, selenio, fósforo e hierro. De hecho, algunos estudios, como el de Northwick Park (Reino Unido) y otro llevado a cabo por la Universidad de Utah, afirman que la gran cantidad de hierro que contienen podría mejorar el estado de nuestros huesos y prevenir la temida osteoporosis en las mujeres. Además, sus proteínas son de calidad, gracias a su buen proceso de curación. Y es que no podemos dejar de lado la estrella de los ibéricos, el jamón ibérico. Aunque hay muchos interesantes estudios sobre este producto, brevemente, queremos destacaros uno, el llevado a cabo por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que desmiente dos de sus mitos: engorda y eleva la tensión arterial y los triglicéridos... Todo lo contrario. Por eso, un bocadillo con lomo, salchichón o chorizo ibéricos; y, para los más gourmets, el jamón son las alternativas más saludables para nuestras meriendas.
Y ¿qué ibéricos elegir? Entre ellos, tienen fama, sin lugar a dudas, los ibéricos de Salamanca que, además, cuenten con la marca de garantía «Ibéricos de Salamanca». Estos ibéricos llevan destacando toda la vida, en el mercado, por su calidad, su sabor y, por supuesto, sus valores nutricionales. Y es que la marca «Ibéricos de Salamanca» garantiza que todos los productos han sido sometidos a rigurosos controles de calidad, tanto en la producción como en la elaboración. Identificar esta marca es muy sencillo: todos los productos tienen el logotipo «Ibéricos de Salamanca» en la etiqueta.
Por eso, si queremos una merienda nutritiva, elijamos embutidos ibéricos. Eso sí, sin olvidar el pan de toda la vida elaborado con masa madre y el tiempo que requiere. Como has podido comprobar a lo largo de todo el artículo, el bocadillo de toda la vida, con embutidos ibéricos, es una apuesta segura por la salud, además de un placer.