Un día de picnic es una ocasión inmejorable para disfrutar del paisaje y de una comida sabrosa a
la par que sencilla de preparar. En estos casos, la comida fría es la mejor
opción porque no necesita recipientes de conservación de temperatura.
El embutido ibérico es una alternativa muy interesante porque permite cortar la cantidad que
deseemos en el momento y, además, garantiza calidad en el producto, puesto que
se utiliza materia prima de cerdo ibérico, criado en las dehesas del oeste de
la Península Ibérica. En este artículo te vamos a hablar de los distintos tipos
de embutido que puedes probar.
Los ibéricos de Salamanca
Los embutidos ibéricos
de Salamanca son una marca de
garantía que agrupa a diferentes fabricantes de la zona que apuestan por un
embutido de calidad que, además de pasar todos los controles sanitarios y de
trazabilidad, se somete a exámenes rigurosos por parte de agentes externos para
obtener la certificación de calidad. Además de jamón, también se ofrece
salchichón, chorizo y lomo.
El jamón es el
producto estrella de los embutidos ibéricos de Salamanca, elaborado con pernil
de cerdo ibérico salado y curado durante un determinado periodo para que pueda
secarse. El paisaje de dehesas de la provincia y el clima de la provincia son
idóneos para la montanera y el proceso de curado.
El chorizo es un
embutido elaborado con carne de cerdo picada pero que, además, tiene que
contener ajo, orégano y pimentón de la Vera para que sea considerado como tal y
se ha de dejar secar. Existen variedades más finas o gruesas, desde la
longaniza al morcón, pasando por el chorizo cular.
El salchichón es
un embutido que, aunque tiene una composición similar al chorizo en cuanto a la
materia prima, en vez de pimentón contiene pimienta negra y otras especias que
se elaboran con cortes magros. Si es más ancho se denomina salchichón cular, y
si es más estrecho, longaniza.
Finalmente, el lomo ibérico se elabora con carne de cerdo
ibérico muy baja en grasa que es embutida y secada, para ofrecer un producto de
máxima calidad con un aporte proteínico importante.
Consejos para ir a un picnic
Una vez que hemos elegido los embutidos que vamos a llevar
al picnic, tendréis que guardarlos en una cesta o bolsa con los manteles y
servilletas. En otro recipiente, deberéis guardar las bebidas; hoy existen
pequeñas neveras que permiten mantener la temperatura del líquido durante
horas.
Para finalizar, os recomendamos que sepáis con antelación
dónde queréis ir, para evitar el problema de no encontrar sitio por ir a la
aventura. Hay varias zonas recreativas donde poder sentarse con bancos de
piedra (y en algunos casos parrilla) a lo largo y ancho del país.